miércoles, 31 de agosto de 2011

Menos es más

Todavía no había probado a cargar la Fuji DL Super Mini Zoom con una película de ISO inferior a 400. Su lente, si no recuerdo mal, es f/4.5-7.5, poco luminosa, lenta...pero qué definición y qué colores ofrece. Ahora sé de qué es capaz con una película barata como el Agfa Vista 200, los colores se mantienen inalterados, la definición muy superior a lo que uno podría esperar. Sin duda una de las mejores compras (la mejor en cuanto relación calidad/precio) de los últimos meses. Me encanta la foto de hoy, sencilla, pero a veces menos es más.

martes, 30 de agosto de 2011

Bubbles

No puedo evitarlo, cada vez que visito un puerto y me encuentro con estas boyas que sirven para proteger los barcos de colisiones o rozaduras, pienso en Bubbles, el tema de los injustamente olvidados The Free Design. Afortunadamente Siesta Records los recuperó en los años 90's, reeditando toda su discografía en forma de preciosos vinilos en doble 10", un acierto más que añadir a la discográfica madrileña que ahora parece extinta.

En cualquier caso, no nos salgamos de lo que centra nuestra atención en Instantáneas de Fondo, la fotografía, no quiero que la música se adueñe de este sitio, más existiendo 360º de Separación. La instantánea de hoy esta tomada en el puerto de Ferrol, un puerto al que le tengo bastante cariño porque no pone barreras a que los curiosos deambulen por sus pantalanes cámara en mano. Sólo de este modo se pueden tomar fotografías como la de hoy u otras muchas que atesoro y reflejan el día a día de un barco de pesca.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Fuji Klasse W


Marca: Fujifilm
Modelo: Klasse W
Formato: 35mm
Fabricación: Japón
Lente: Super EBC (Electron Beam Coating) Fujinon
Focal: 28mm
Apertura diafragma: f/2.8 a f/16
Funcionamiento: Automático o Prioridad a la Apertura
Velocidad: 1/500 a 60seg. y modo Bulb
ISO: 25-3200 (lector código DX y posibilidad de selección manual del valor ISO)
Enfoque: Automático y manual por escala de distancias.
Flash: Seis programaciones distintas.
Compensación de la exposición: + – 2
Disparador automático: Sí, posibilidad de regulación de tiempo de espera.
Disparador remoto: Sí.
Posibilidad de montar trípode: Sí
Fecha de producción: A partir de 2007

A lo largo de últimas reviews de cámaras que he ido realizando en Lomography he hablado de los modelos de compactas de gama alta que Fuji ha puesto en el mercado en los últimos quince años, sin embargo he dejado casi para el final el mejor de sus productos, su cámara estrella en el mercado de las compactas, aquella que se encuentra muy por encima de cualquier otra cámara compacta fabricada por Fuji. Una cámara de focal fija con la que Fuji quiso rivalizar con las grandes deseadas de la categoría: la Contax T3, la Ricoh GR1V, la Nikon 28TI y la Leica Minilux 40mm. Frente a estas, y casi un lustro después de la aparición de la última de ellas, Fuji se propuso construir una cámara de altas prestaciones cuando la película ya no estaba de moda y había sido barrida por el auge digital. De ahí nació la Fuji Klasse, después surgió la Klasse S (38mm) y finalmente la Klasse W la última de la saga y capaz de pelear en igualdad de condiciones con cualquiera de las mejores compactas analógicas de lujo del mercado.

1/4foto anteriorfoto siguienteabrir esta fotover todas las fotos
Una vez puesta en el mercado la exitosa (es un decir, hablamos de cámaras analógicas y actualmente las ventas no pueden aspirar más que a unos cuantos miles de unidades) Fuji Natura Classica , la compacta de gama alta y focal variable de Fuji, equipada con el innovador sistema Natural Photo para la toma de instantáneas en condiciones difíciles de luminosidad, la marca nipona tenía claro que había llegado el momento de crear la que quizás fuera su mejor (probablemente también la última) cámara analógica compacta. Para ello la arca tomó el precioso y depurado cuerpo de la Fuji Klasse (comercializada también en Europa como Rollei 35 AFM), introduciendo en él una nueva lente y añadiendo todas aquellas características técnicas que cualquier aficionado a la fotografía analógica hubiera deseado. En cualquier caso, las características técnicas no lo son todo, y a sabiendas de esto Fuji construyó una compacta muy alejada de la Fuji Natura Classica, una cámara construida con mimo que empleaba materiales plásticos (de alta calidad, sí) para todo su cuerpo. Por contra la Klasse W está realizada empleando en su chasis aluminio reviestido de piel, dotando a esta máquina de la apariencia y robustez de cámaras mucho mayores. El remate estético a la Klasse W viene de parte de su presentación, que puede ser en bitono para los más clásicos e íntegramente negro para el fotógrafo de gusto más arriesgado.

Cabria hablar de las características de la Fuji Klasse W, pero antes tenemos que detenernos en su lente gran angular de 28mm Super EBC Fujinon, todo un prodigio en cuanto a nitidez y luminosidad. No estamos ante una cámara que deje al azar la calidad de sus resultados, digamos que la Klasse W es la antítesis de cámaras como la Lomo LC-A, aquí todo está perfectamente calculado para que los resultados sean siempre previsibles. La Klasse W no busca sorprender, busca la perfección en nuestras imágenes, algo que muchos lomógrafos quizás no persigan ni les interese, pero que a otros muchos fotógrafos nos seduce en extremo, pues venimos de una escuela de fotógrafos que siempre buscó la perfección y calidad en sus máquinas, y aunque ahora nos divirtamos en extremo con las cámaras lomográficas, no podemos resistirnos a la tentación de tener cámaras analógicas que puedan rivalizar en cuanto a calidad, nitidez y definición con las modernas cámaras digitales.

Pero bien, describamos las características de esta pequeña maravilla. Para hablar de ella podríamos empezar por decir que la cámara lo tiene todo…o todo, es decir, todo en ella puede funcionar en automático…o en manual, posibilitando así que aquellos que están menos puestos en cuestiones técnicas trabajen con esta pequeña cámara en modo totalmente automático, logrando estupendos resultados con ella, o bien dejando que los más familiarizados con la fotografía se olviden de sus programas manuales y directamente trabajen con su estupendo modo de prioridad a la apertura, en el cual podemos seleccionar desde f/2.8 a f/16 en función del tipo de fotografía, condiciones de luz, sujeto…que vayamos a fotografiar. El enfoque de esta pequeña joya también es automático (recomendable, pues funciona de manera muy precisa) o manual, a través de una escala de distancias. El flash…bueno, admite todas las regulaciones imaginables, con eso lo digo todo. En cuanto a la selección del código DX de la película que hay cargada en la cámara, pues como no podía ser de otro modo, la cámara lleva un lector de código DX, pero para poder ayudarnos en situaciones de poca luminosidad en la que no disponemos de una película muy rápida, existe la posibilidad de ajustar manualmente el valor ISO en la cámara, con lo cual podremos forzar nuestra película tantos pasos como queramos…o utilizar la maravillosa Lomography Redscale XR 50-200 disparada a ISO 25, que es cuando ofrece sus resultados más espectaculares. Obviamente una cámara de este tipo no podía olvidarse de la compensación de la exposición, de modo que en el frontal de la cámara también tenemos un acceso directo a un selector para compensar la exposición hasta en más/menos dos puntos, pero a sabiendas de que no siempre se acierta a la primera, a través de los menús internos de la cámara se puede programar la realización de la misma fotografía varias veces con distintas compensaciones a la exposición, para de este modo lograr con toda seguridad una toma perfecta. Pero por si todo esto no fuera poco, Fuji decidió incorporar a la última de sus realizaciones analógicas en 35mm el sistema Natural Photo, el secreto del éxito de la Fuji Natura Classica, un sistema especialmente diseñado para la fotografía nocturna o en condiciones de poca luz que detecta la inserción de películas de alta sensibilidad (ISO 800 a 3.200), procediendo en ese momento a la desactivación del flash, la fijación de la velocidad de obturación en 1/45 y a la compensación automática de la exposición, logrando siempre así tomas nocturnas perfectamente iluminadas y sin trepidación, un sencillo pero ingenioso invento que ayuda a todos aquellos que cuando cae la noche quieren seguir disparando fotografías.

Fuji inició la comercialización de la Klasse W allá por 2007, siendo en la actualidad la única cámara compacta de sus características que todavía puede comprarse nueva, sin tener que arriesgarnos a hacernos con cualquiera de sus competidoras en el mercado de la segunda mano. Esto ya de por sí debiera de ser un buen motivo para hacerse con la Klasse W antes que con otros modelos, pero lo cierto es que tanto por estética (es de las cámaras más bonitas que se pueden comprar), como por sus estupendos resultados al alcance de muy pocas cámaras, la Fuji Klasse W es actualmente la mejor cámara analógica compacta que se puede comprar. Desafortunadamente su limitada producción y su elevado precio hacen que no sea fácil de ver por Europa, pero en Ebay encontrarás un buen número de vendedores ofertando unidades completamente nuevas de este modelo.

***Esta review fue publicada inicialmente en Lomography. A partir de ahora colgaré en Instantáneas de Fondo aquellas reviews o comentarios que escribo para Lomography. Para ver más fotos de la cámara o imágenes tomadas con ella, podéis echar un vistazo al archivo de Instantáneas de Fondo o acudir a mi Flickr***


martes, 23 de agosto de 2011

Sólo para valientes

En esta ocasión me pudo la prudencia, el recuerdo del descenso por esa carretera ocho años atrás pudo conmigo. Al llegar abajo, al faro, había unos cuantos coches aparcados y no tuve más opción que dar la vuelta en el último tramo de carretera, apenas quedaba un metro entre el morro de mi coche y el acantilado cuando lo situé perpenticular al sentido de circulación de la carretera. Las maniobras para dar la vuelta en tan exiguo espacio fueron muchas y supongo que el recuerdo de aquel día, con el coche al borde del precipicio, el temporal azotando el mar y la tierra...la cuestión es que en esta ocasión, cuando inicié el descenso hasta el faro de Punta Candieira, sentí algo así como vértigo y decidí dar marcha atrás hasta un descampado que hay a 800 metros del faro. Me eché atrás, lo admito, pero esta vez mi coche es más grande que años atrás y la carretera (donde no pueden cruzarse dos coches) cada vez me parecía más estrecha.

El Faro de Punta Candieira es un lugar que hay que visitar si se está cerca de Cedeira, al igual que hay que visitar el Faro de Cabo Ortegal cerca de Cariño, son lugares donde el mundo bien podría acabar, ambos impresionantes por igual, aunque la carretera que conduce a Punta Candieira hace a su faro algo especial. En la instantánea de hoy podemos ver la revirada bajada que conduce hasta el faro, si os fijáis bien, a la derecha de la última curva que se vislumbra con claridad hay unos pequeños puntos marrones, son caballos salvajes que pastan libremente por estos montes durante todo el año. Y al fondo, a la derecha de la imagen, comienzan a erguirse los acantilados de la Garita de Herbeira, los más altos de toda Europa. Un lugar mágico, también peligroso en un mal día, poco recomendable para conductores con vértigo, pero también un lugar inolvidable.

Puerto de Cedeira

Hacía muchos años que no pasaba por Cedeira, un pueblecito que en el pasado, cuando aún no vivía en Galicia, frecuentaba con mucha frecuencia. La verdad es que lo echaba de menos, para mí Cedeira marca el inicio de una ruta que recorre los parajes más bonitos de la costa gallega, que no es poco. Desde Cedeira hasta Ribadeo uno no puede dejar de maravillarse con la costa (cantábrica, en su mayor parte), las playas, acantilados, los montes con sus espectaculares vistas...

Pero no me andaré por las ramas, aprovechando que fuimos a pasar unas horas a Cedeira estuve haciendo una serie de fotos de sitios que había frecuentado en el pasado, como el puerto del pueblo. Las fotos que hoy dejo aquí no se conrresponden con el puerto pesquero, al menos no el industrial, si no que reflejan la multitud de pequeños barquitos (algunos ni siquiera llegan a tal denominación) que pueblan el pequeño pueblo de la localidad. La primera foto está tomada desde la fortaleza del municipio, la segunda está tomada desde el ángulo inferior derecho de la primera fotografía. Es decir, son dos puntos de vista de una misma imagen.


viernes, 19 de agosto de 2011

Lo que no se debe hacer

Disparar contra el sol, es obvio, cualquiera sabe que si lo haces apenas obtendrás una serie de sombras. Esto en un atardecer en llamas puede tener su gracia, pero en el resto de las ocasiones ya sabemos que, o bien jugamos a compensar la exposición, o nuestro objeto protagonista saldrá en forma de silueta, no más.

Pero bien, hay días en los que apetece jugar, incluso buscar una silueta, nada más. Así que este fin de semana, estando en Cedeira y con un sol de justicia que iniciaba su descenso hacia el horizonte, me dio por hacer algunas fotografías a contraluz. Era el primer día que sacaba la maravillosa Minolta AF-C, cámara en la linea de la famosa Lomo LC-A, aunque yo diría que más parecida a la serie XA de Olympus. Una pequeña maravilla con una lente estupenda que desde ya mismo se ha convertida en una de mis compactas favoritas, ya iré colgando por aquí alguna foto en condiciones, puesto que con las de hoy no se pueden apreciar las bondades de su lente.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Coliseo

Hace unos días veíamos una foto de unos novios asiáticos haciéndose fotos junto al Coliseo de Roma. Bien, hoy vamos a ver bien el que probablemente sea el monumento más emblemático de la capital de Italia. Todavía restan un par de instantáneas más para olvidarnos de él, pero hoy nos dedicamos a este edificio histórico, para verlo en solitario, con toda su majestuosidad, y junto al Arco de Constantino, que se encuentra entre el Coliseo y el Foro Romano.

Un día antes de viajar a Italia recibí la cámara analógica que quería llevar conmigo, la Fuji Zoom Date f/2.8, dotada de un super angular de 24mm con el que estaba seguro de que no se me escaparía nada en mi viaje. Siempre es un riesgo llevarse una cámara sin probar a un viaje, pero en esta ocasión me arriesgué, cargándola casi siempre con mi película favorita de negativo color, el Kodak Ektar 100. El resultado para mí es un completo éxito a la altura del logrado con una cámara infinitamente más cara, como la Fuji Klasse W. Sin duda la mejor elección para aquellos aficionados a la fotografía analógica que quieran tener una pequeña cámara compacta con una lente gran angular y una nitidez fuera de serie.

jueves, 11 de agosto de 2011

Museos Vaticanos

Aunque no lo he comentado, por los últimos posteos resultará obvio que parte de las vacaciones las pasé en Roma. No era la primera vez que me acercaba a la capital de Italia, de hecho ni siquiera era una preferencia para mis vacaciones, pero entre que mi novia no había estado nunca allí y que los destinos desde el aeropuerto de Oporto no son excesivos, terminamos visitando Roma. Ella para descubrirla por primera vez, yo para conocer la ciudad en mayor profundidad. Lo cierto es que creo que ella descubrió la ciudad en detalle, pero a mí todavía me queda mucho más por ver, cuestión de exigencias, soy de esas personas que se recrean mucho tiempo en las cosas, me da pena perderme cualquier cosa y esto hace que los viajes se conviertan en verdaderos maratones turísticos en los que por muchas horas de luz que haya, siempre me faltará tiempo.

De entre todos los lugares que visité en esta última estancia en Roma, quizás el que más dudaba en volver a ver eran los Museos Vaticanos. Y no es que sea porque no merezcan la pena, todo lo contrario, pero sucede que las colecciones expuestas en los Museos Vaticanos, excepción hecha de la Pinacoteca (de la que sólo se puede ver una pequeña parte), suele permanecer inalterada con el paso del tiempo. Obviamente no van a redecorar ni repintar la Capilla Sixtina, ni la Sala de las Cartas Geográficas, ni las Estancias de Rafael, con lo cual si repites visita lo normal es que la práctica totalidad de lo que descubres ya lo hayas visto con anterioridad. En cualquier caso no me arrepiento de haber vuelto por allí, hubiera sido injusto hacer que mi novia se marchar de Roma sin haber visto la Capilla Sixtina o la Sala de las Cartas Geográficas...y yo de paso volví a maravillarme con todos los tesoros que este estupendo museo alberga.

Hoy traigo aquí lo que es el fin de la visita a los Museos Vaticanos, la escalera de salida que nos conduce hacia el exterior una vez terminada la visita. Me fascinan las escaleras de caracol y esta es una de las más grandes y majestuosas con las que me tropecé, en realidad, tal y como sucede con la escalera de caracol del Museo del Pobo Galego, aquí en Santiago de Compostela, esta escalera no es una, sino varias, lo cual la hace todavía más atractiva. Sólo por su mera contemplación merecería la pena darse una vuelta por los Museos Vaticanos, pero encontrarla después de ver la Capilla Sixtina ya es algo fuera de serie.

martes, 9 de agosto de 2011

Volviendo a los mismos lugares

Lo reconozco, soy un hombre de costumbres, intento sobrellevarlo lo mejor que puedo, me esfuerzo por introducir variaciones en mis hábitos, pero lo cierto es que cuando algo me gusta...desde comer siempre en los mismos restaurantes (de vez en cuando pruebo uno nuevo, pero normalmente me gustan más los de siempre), a beber siempre la misma marca de whisky, o repetir la misma foto de un sitio al que voy con relativa frecuencia. La foto de hoy pertenece a mi última visita a Oporto, no puede ser más típica, el puente Dom Luis I sobre el río Duero, las barcas que antiguamente transportaban el vino, la bodega en lo alto de la colina...seguro que ha aparecido en un par de ocasiones por aquí, pero cada vez que visito Oporto no puedo resistirme a acercarme a mirar si todo sigue en su sitio, como si hubiera cambiado algo en los últimos cien años...


En esta ocasión llevaba conmigo una Olympus XA2 cargada con un Lomography Color 100, buena combinación para dejar constancia del que es uno de los rincones (es un decir, lo de rincón) más bonitos de todo Oporto, lo cual no es poco, ya que es una ciudad fantástica.

Postal turística

Escondida en el número 19 de la Via Pellegrino se encuentra uno de esos pequeños secretos que encierra la ciudad de Roma. Al llegar a esa dirección ubicada en pleno centro histórico de la ciudad italiana, nada parece indicar que allí vayamos a encontrar punto alguno de interés, pero lo cierto es que si nos fijamos en la triste y lúgubre arcada que se abre ante nosotros (Arco Degli Acetari) y nos decidimos a traspasarla, damos con un patio de vecinos que pronto reconoceremos por su tipismo y por haber sido reproducido una y mil veces en las guías turísticas romanas.

Lo primero que observamos en este pequeño patio, descuidado, como toda la ciudad romana, es que parece desubicado dentro de la propia urbe, ya que su tranquilidad mundana no parece digna del agitado centro histórico de la capital italiana, si no más bien del maravilloso y popular barrio del Trastevere, mi rincón favorito de Roma. A poco que estemos unos minutos allí, contemplando la descuidada pintura muchas veces repleta de desconchones, observaremos a sus vecinos disfrutando tranquilamente de la vida, tomando un café, leyendo un libro...sin importarles los turistas (somos pocos los que llegamos aquí, la verdad) curiosos ávidos de disfrutar de esta idílica visión de la vida romana, tan alejada de la real, repleta de coches a toda prisa y conductores malumorados. Los viajes merecen la pena por este tipo de detalles, así que si viajas a Roma, no dejes de buscar este patio, su contemplación merece cinco minutos de tu tiempo.

viernes, 5 de agosto de 2011

Recorrer medio mundo para hacer el ridículo

Al menos esa es la impresión que me da a mí. Mes de Julio, Roma, temperaturas de infarto (40ºC el día de esta instantánea), vestidos de novios, con decenas de personas haciéndote fotografías en el sitio más turístico de toda la ciudad, país...¿planeta?. La situación ya es de por sí incómoda, pero pensar que te has recorrido (literalmente) medio mundo para llegar hasta aquí, es de locos. Y lo peor de todo es que es muy habitual que muchas parejas de novios (los italianos tienen un pase, por aquello de la comodidad y tenerlo cerca) pasen por este suplicio para poder atesorar un recuerdo de tan dudoso valor...más en estos tiempos, en los que los divorcios están a la orden del día.

Pero bueno, ya se dice por ahí, en este mundo hay gente para todo...