viernes, 25 de febrero de 2011

La playa

Bien, parece que en respuesta a mis plegarias lastimeras protestando por los últimos días de lluvia, la divina providencia de instancias superiores han tenido a bien concederme un par de días de sol aquí en Santiago. La jornada realmente buena fue la de ayer, pero hoy tampoco hemos tenido un día malo, de modo que aprovechando una hora libre me he cargado con un par de cámaras (la última vez que salgo con dos reflex, iba cargado como una mula) y he escapado al parque de Santo Domingo de Bonaval, que a mí siempre me ha parecido la costa compostelana ya que en cuanto luce el sol su explanada se puebla de estudiantes con ganas de retozar. Hoy no ha sido una excepción y aunque no tan concurrido como ayer, el parque estaba de lo más animado.

Nada más llegar me encontré con dos chicas descansando en la hierba mientras apuraban sus cervezas, afortunadamente eran pacientes y entre risas han permitido que les hiciera un buen número de fotos que a la postre han sido mis favoritas de la tarde. Curiosamente la primera de todas es con la que hoy nos quedamos, me encanta el desenfoque en primer plano del cesped, mientras que la pareja de féminas aparece perfectamente definidas en actitud pensativa.

Mañana es Sábado, día libre, sin embargo ya se anuncia un tiempo que irá a peor a lo largo de la jornada. Intentaremos aprovechar el día y hacer alguna foto si algún rayo de sol se cuela entre el cielo encapotado.

lunes, 21 de febrero de 2011

¿Cuándo llega el verano?

Hoy iba a continuar con el repaso a la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, no queda mucho para revisar los dos edificios terminados, tan sólo su interior...pero llevo unos días en los que ando algo harto del lluvioso invierno gallego. Cosa rara, a mí el tiempo me suele importar más bien poco, prefiero que lo haga bueno, pero las temporadas de lluvias también me gustan. Quiero decir, no limita mi vida; sigo saliendo a correr aunque caiga un diluvio, asisto a conciertos, salgo a dar paseos...aunque es cierto que las lluvias muchísimas veces impiden hacer fotografías.

Sea como sea, la cuestión es que llevo quince días en los que no me gusta la lluvia. El pasado sábado el tiempo nos dio una tregua, tan sólo 24 horas, no más, pero lo suficiente para aprovechar para comer en una terraza frente al mar, con el sol calentando nuestro cuerpo mientras disfrutábamos de unas tapas y unos bocadillos mirando las olas rompiendo en la orilla. Después fuimos a visitar el faro de Mera, la fortaleza de Oleiros...hasta dio tiempo de regresar hasta Coruña para dar un paseo por el Monte San Pedro.

Pude terminar un par de carretes que tenía a medias, uno el que tenía metido en la Holga 120CFN desde el pasado verano, otro uno que llevaba en la Olympus XA3, también tuve tiempo de cargar un nuevo carrete en esta última, para luego tirar la cámara al suelo y ver cómo se abría, velando dos o tres fotos. Es la segunda cámara que se me cae en una semana...

En fin, todavía no he llevado esos carretes a revelar, pero hoy tenía ganas de ver alguna foto de verano. Tengo ganas de que llegue el buen tiempo, de hacerle fotos al mar, la cosa, las casas, los barcos...tengo ganas de hacer fotos como la que hoy pongo por aquí. Lástima que todavía queden algunos meses, mientras tanto iremos aprovechando algún que otro sábado en el que el sol vuelva a lucir...

miércoles, 16 de febrero de 2011

Calle principal (Ciudad de la Cultura III)


Entrando...y saliendo, acceso a la calle que divide el Archivo y Biblioteca de Galicia y corredor de salida a la plaza posterior dominada por el cubo que remata la cubierta de la biblioteca. Esta será una de las cinco calles que vertebrarán el complejo arquitectónico de la Ciudad de la Cultura.

Tobogán (Ciudad de la Cultura II)


Aunque pueda parecerlo, especialmente en la segunda instantánea, no lo es. Se trata de la cubierta de la Biblioteca y Archivo de Galicia, los dos primeros edificios inaugurados de la Ciudad de la Cultura, en Santiago de Compostela. La verdad es que la segunda de las imágenes se asemeja más a ser una maqueta que a un reflejo de la realidad, pero es tal cual podéis ver. Titulo el post como tobogán porque es lo que me ha parecido al ver las fotos, pero lo cierto es que la primera vez que visité el complejo arquitectónico y ví la cubierta de estos edificios pensé que Peter Eisenman se había inspirado en las siempre encrespadas aguas del Océano Atlántico y el Mar Cantábrico, en la Costa de la Morte, en definitiva.

lunes, 14 de febrero de 2011

Cidade da Cultura (I)


Qué desastre, tengo la Ciudad de la Cultura de Galicia al lado de casa y todavía no había hablado de ella, aunque sí que ha caído alguna foto relacionada con esta serie de edificios. En cualquier caso, voy a dar un pequeño repaso al complejo en los próximos posteos, nada exagerado, algo breve para dejar constancia de su existencia. Además en cuanto esté completamente recuperado (ahí estamos) incluiré la subida al complejo dentro de algunos de mis entrenamientos, ya que su subida de 1,5km. es ideal como broche a la salida diaria para gastar zapatillas.

Hoy toca echar un vistazo a la Biblioteca de Galicia. En concreto a su parte trasera, probablemente la que más impacta visualmente y la que más divierte a los chavales, que se empeñan en subir por el tobogan que compone parte de la estructura. Ahí queda la imagen.

sábado, 5 de febrero de 2011

Dos mejor que una, cuatro mejor que dos...

La verdad es que a la Nikon FM2 no le falta de nada, ya no es que sea una de las más fiables cámaras analógicas mecánicas jamás fabricadas, ni siquiera que los objetivos que se le puedan acoplar sean los fantásticos Nikkor (que de paso me sirven en la Reflex Digital, que también es Nikon), es que por tener detalles, hasta tiene una diminuta palanquita que te permite realizar dobles exposiciones con la mayor comodidad. Así que de vez en cuando hay que darle a la palanquita, para que no se oxide...

La historia de las Torres Hejduk, cuya imagen que hoy traemos aquí, es ciertamente sombría, no por la muerte de su creador, que es algo que entra dentro de lo posible siempre que hablamos de los seres humanos. Si no por las vueltas que estuvo dando el proyecto hasta que al final se decidió su emplazamiento en el complejo de la Ciudad de la Cultura. Originariamente ideadas para ser instaladas en el parque de Belvís, como parte de una exposición botánica (anda que no hace falta en Galicia un jardín botánico, me da igual en qué ciudad...), han terminado siendo subidas al Monte Gaiás, convirtiéndose en una de las imágenes más representativas de la Ciudad de la Cultura, ya que su emplazamiento mirando hacia el sur hace que sean una señal inconfundible del complejo cada vez que se echa un vistazo desde la ciudad. El uso que se les va a dar será bien distinto, la torre revestida de piedra albergará parte del sistema de calefacción del complejo, mientras que la que está revestida en vidrio terminará por convertirse en un mirador sobre la ciudad de Compostela.

El significado que se les atribuye es muy variado; representación abstracta de la catedral, iglesia sin cuerpo...lo cierto es que cuando las miro desde el ventanal del salón sólo acierto a pensar en dos chimeneas, como si a través de ella fuera a salir todo el calor que encierra el subsuelo de la Ciudad de la Cultura. Imaginación no me falta, obviamente.

viernes, 4 de febrero de 2011

No se vayan todavía...




Pues eso, que aún hay más. Hasta ahora tan sólo me había seducido por completo el proceso cruzado (revelar un carrete de diapositiva como si fuera un un negativo color) cuando de emplear el Fuji Sensia 100 se trata. El cruzado, tan popular entre los lomógrafos, no deja de tener su atractivo, pero la película de diapositiva reacciona con menor flexibilidad frente a la luz, y teniendo en cuenta los estupendos colores que ofrecen películas normales y baratas como la Fujicolor 100, pues la verdad es que al final he ido dejando un poco de lado la película de diapositivo. Sin embargo los resultados del Fuji Sensia 100 revelado con el C41 (revelado de negativo color) siempre me han gustado, sus explosiones de fucsian resultan sencillamente espectaculares y únicas, ya que cuando pasamos al Sensia 400, por ejemplo, la máscara de la película tiende al verde, no al fucsia.

La cuestión es que hace poco han sucedido dos cosas que han afectado a la forma en la que veo las fotografías, la primera es que he cambiado de laboratorio, pues el anterior cerró, la segunda que me he hecho con un escananer Epson V500 Photo, con lo cual ahora soy yo el que escanea los negativos. Sin embargo tenía mis dudas acerca del resultado del escaneo casero sobre el particular Fuji Sensia 100, así que esta semana al llevar el último carrete de este tipo empleado, pedí que lo escanearan para ver las diferencias respecto al escaneado casero realizado con mi Epson.

Aquí está el resultado, aunque he de decir que el ejemplo que pongo puede resultar algo engañoso. La primera foto (la más llamatima, basta observar el tono de la arena) corresponde con el escaneo de la tienda. La segunda la he realizado yo, fijando escaner como si escanease un negativo monocromo. Por último la tercera foto está escaneada en casa como negativo color, que en teoria es lo que hicieron en la tienda, aunque los resultados son bien distintos. El escaneado como negativo monocromo varía por completo el resultado estético que ofrece en Sensia 100 cruzado, tendiendo a unos azules apagados que le dan un aspecto y vida nueva a la película. Mientras tanto, el escaneado como negativo color tiende al resultado habitual del Sensia 100, pero sin ser exagerado, lo que me lleva a pensar que en la tienda le dan a la autocorrección en el escaneado, cuando suelo indicar de forma expresa que quiero el escaneado tal cual, sin retoque alguno. Al retocar la fotografía escaneada como negativo color en casa, obtengo prácticamente el mismo resultado que en la tienda, pero obviamente ya no hablamos de un escaneado natural, si no que nos hemos metido a retocar colores, cosa que estimo contrario a la idea de lomografía que tengo, vamos, que si tocamos el color hacemos trampa y ahí no entro.

En resumidas cuentas, me gusta mucho la versión de la foto escaneada por la tienda, pero ésta es la única foto de todo el carrete en el que prefiero la versión de la tienda, en el resto de los casos el escaneo casero resulta mucho más logrado, con mayor definición. Eso sí, vistas las diferencias sospecho que hay mucho tramposo retocando sus fotos colgadas en lomography.