Ahora, que también hay crítica, en la CAC podemos observar esa manía tan valenciana de hacer las cosas y luego no utilizarlas. Ahí tenemos esa maravillosa escalinata que conduce al balcón del museo Príncipe Felipe, con el acceso siempre cortado (no sé, supongo que tienen miedo a que la gente utilice la altura para lanzarse al vacío), el la imposibilidad de acercarse al propio edificio del Hemisféric si no es para acceder a sus proyecciones... En fin, como digo, cosas que se hacen por mi comunidad, aunque allí por lo menos se hizo una CAC con sentido, no como la Ciudad de la Cultura de Galicia, aquí en Santiago de Compostela, un sinsentido se mire por dónde se mire...
Hoy no hay foto analógica, si no digital, con la cámara clavada en el trípode y realizando largas exposiciones. En esta ocasión tenemos una vista general desde el puente que atraviesa el antiguo cauce del Turia y separa el Palacio de las Artes del Hemisféric, pudiendo contemplar éste último junto el Museo Príncipe Felipe y el Ágora al fondo, una visión tremenda...