domingo, 13 de enero de 2013

Do you wanna smoke?


Javier es un tipo afable. Siempre rondando en soledad por el centro histórico de la ciudad, siempre con su guitarra, cantando a los turistas a pesar de no tener voz, recogiendo moneda tras moneda. A veces se pasa con ese vino blanco que bebe a morro del cartón, entonces se sienta y comienza a hablar, a balbucear cuando no es capaz de articular palabra. Pero hay días en los que busca compañía, días en los que no pide y se sienta con algunos como él, dedicándose a cantar por placer. Rara vez presta su guitarra, pero cuando lo hace recrimina sin descanso a quién empuña a su fiel compañera, porque no le gusta que la maltraten, ni que fumen sobre sus cuerdas...en esos días cuenta anécdotas, batallas, la última vez en la que le pegaron...aunque como él dice, no sabe ni le importa, porque iba demasiado borracho para enterarse de la llegada del puñetazo.

Javier no engaña, rara vez me pide una moneda, pero cuando lo hace siempre dice que es para vino. Y yo siempre respondo con la misma broma, diciéndole que si es para vino sí, pero que no se lo gaste en comida.