viernes, 29 de octubre de 2010

Desde el puente...

Es posible, en realidad es seguro, que en unos pocos días le echemos un vistazo al puente más famoso de todo Oporto, el puente de D. Luis I, aquel que conecta la turística zona de la Ribeira portense con Vilanova de Gaia. Pero antes de echarle un vistazo al doble tablero que conforma este puente vamos a asomarnos desde su tablero superior para contemplar las vistas que tan majestuoso puente nos ofrece. Decir que la zona que conduce a la parte superior del puente ha sido renovada recientemente, borrando buena parte de la decadencia de Oporto en nuestro paseo hacia este clásico puente, impresión que me ve reafirmada al comprobar que la nueva función del puente (al menos en su parte superior) es el de servir de conexión para que el metro de la ciudad pueda salvar el río Duero.

Pero hasta aquí la modernidad, pues basta empezar a pasear por esta estupenda estructura de hierro para volver a encontranos con el Oporto de siempre. La foto de hoy es un buen ejemplo de lo que decimos, a la derecha podemos observar la parte trasera del Palacio Episcopal, pegado a la Sé (Catedral) de la ciudad, pero conforme nos desplazamos hacia la izquierda de la imagen empezamos a ver cochambrosos edificios con un franco aspecto de abandono. Toda la vegetación que vemos en la parte inferior de la foto son mantos de hiedra que han cubierto por completo antiguas edificaciones, algunas de varias plantas de altura. Un absoluto caos entre el que nuestra cámara es capaz de encontrar belleza. Esta instantánea me encanta, los colores tan retros, la combinación de materiales, la ruina, la vegetación creciendo por doquier...y para rematar, esa franja roja que no es otra cosa que una pequeña sobreexposición fruto de un defecto (premeditamente no solucionado) en mi Zenit 212K. Mañana volvemos con el Oporto más turístico.

martes, 26 de octubre de 2010

Decrepitud

Oporto, centro de la ciudad, camino de la Ribeira, la zona más turística de la urbe. En medio del recorrido nos encontramos con este monumento a la decrepitud. Siempre se habla del encanto decadente de Oporto, pero esta tienda obvia cualquier atisbo de encanto para situarse en lo ruinoso. Obviamente esta tienda de artículos religiosos estaba abandonada, pero en las plantas superiores del edificio sigue viviendo gente. Esto es Oporto, esto es Portugal. Y nada mejor para dejar constancia que un carrete en blanco y negro cargado en la LC-A.

lunes, 25 de octubre de 2010

Recién llegado

Volvemos a una de mis obsesiones, las vacas, no me canso de fotografiarlas, siempre tan curiosas. Es una suerte esto de vivir en Galicia, pues suelo tener muchas oportunidades de encontrar a estos simpáticos (y deliciosos, todo hay que decirlo) animales.

La foto que hoy traemos es fruto de la casualidad, estando comiendo en casa de unos amigos les pregunté por su vaca, a lo que me respondieron que estaba encerrada pues había tenido muy recientemente un ternero. Como es de imaginar, mis ojos se abrieron como platos por un doble motivo, primero por ver a esa nueva criatura, ya que si una vaca resulta simpática a mis ojos, un ternerillo todavía lo es más, segundo por poder echar una foto del recién llegado. Así que después de los postres y para bajar un poco la comida nos dirigimos hacia el cercado donde se encontraban madre e hijo. Yo que soy muy confiado empecé a acercarme al ternero con la intención de acariciarlo, pero primero la advertencia del dueño de la vaca, y más tarde el propio animal, hicieron que desistiese de mis intenciones, ante el franco riesgo de se atropellado por la celosa madre. Total, que muy a mi pesar tuve que quedarme a una distancia prudencial de la pareja. Ese día cargaba con mi cámara "fake" panorámica, la Vivitar PN2011, y como no podía ser de otra forma, corrí a sacarla mientras el ternero tomaba un aperitivo y su madre me miraba con cara de pocos amigos.

Después de mi encuentro con el joven ternero pregunté a su dueño la vida media de una vaca, a lo que me respondió "éste más bien poco", por lo que intuí que el pobre animal sería sacrificado en unos meses. Soy el primero que disfruta de un buen solomillo, pero creo que sería incapaz de probar vocado de este joven ternerillo. Pobrecillo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Vilanova de Gaia en llamas

¿A quíen no le gusta viajar? Supongo que nadie dirá que en casita se está mejor...por aquí también gustamos de salir de viaje siempre que el tiempo y el bolsillo lo permiten. Además en mi caso particular los viajes me dan la oportunidad de tirar fotos sin parar, algo que en el día a día resulta más complicado. Durante el pasado puente del Pilar tuve que ir anulando planes constantemente, primero por motivos laborales, finalmente por razones climatológicas. De modo que lo que en principio se planteó como una excursión a Suiza, pasó por ser una escapada a Venecia, para terminar siendo un viaje relámpago a Lisboa y Oporto, que finalmente quedó por culpa de la lluvia en la única visita de a la ciudad del Duero.

Oporto es una ciudad que me encanta, no es la primera vez que la visito y desde luego espero que no sea la última, tiene el encanto de la decrepitud portuguesa que otras ciudades como la moderna Lisboa o la cuidada Braga dejaron atrás. Aunque en esta última visita a la ciudad se atisbaban ciertos aires de remodelación, de limpieza y acicalamiento de fachadas, sin duda fruto de las claras posibilidades turísticas que la ciudad norteña tiene. Da igual, todavía restan años por delante para que la ciudad quede transformada y convertida en una especie de parque de atracciones turístico, por lo que los visitantes todavía podemos contemplar el verdadero espíritu portugues. Esa amabilidad y despreocupación que tanto agrada a algunos, entre los que me incluyo.

Bien, en esta ocasión cargué con tres cámaras, una Nikon D70 (reflex digital), la Zenit 212K y la siempre fiable Lomo LC-A. Todas ellas llevadas a Oporto para hacer un tipo de fotos. En los próximos días volverá a caer alguna foto de esta preciosa ciudad portuguesa, pero hoy para comenzar con el desfile de instantáneas nos vamos a Vilanova de Gaia, ciudad que muchos confunden con Oporto, pues tan sólo el Duero separa ambas localidades, pero que es totalmente distinta a la más importante ciudad del norte del país. La foto está tomada desde la Ribeira, la zona más turística de Oporto, bañada por las aguas del Duero, y en ella se pueden observar todas las bodegas de Oporto, curiosamente situadas en Vilanova de Gaia.

La tonalidad de la foto no es más que fruto de la combinación de la Lomo LC-A montada en un trípode y cargada con un Fuji Sensia 100, utilizando el proceso cruzado C-41. No sé cual es el motivo por el que esta asociación siempre da este resultado, pero realmente me encanta.

lunes, 18 de octubre de 2010

Flor de Otoño

Cada época del año tiene su encanto, a mí realmente no hay ninguna que me desagrade, aunque tengo predilección por la primavera creo que cualquier estación tiene su gracia. El verano por fin ha dado paso al otoño y con él llega la oportunidad de realizar nuevas fotos, la playa queda atrás, mucho más todavía la explosión de la primavera, y ahora cada vez resulta más difícil encontrar alguna flor que retratar. Llega el momento de las castallas, con sus preciosos erizos, de la humedad con sus setas, y cada día resulta más difícil encontrar flores. Sin embargo la esperanza nunca se pierde, la naturaleza siempre puede sorprenderte, aunque en esta ocasión sea gracias a la mano del hombre, que cuida con esmero su jardín. Obviamente ahora no toca encontrarse con espectaculares ejemplares, pero siempre hay lugar para la sorpresa.

Y sorpresa ha sido esta foto que hoy traemos aquí, una de mis cinco fotos favoritas de lo que llevamos de año. Aunque el mérito no es sólo de las flores, si no también de la siempre imperfecta Zenit 212K, que en el caso que nos ocupa (mi ejemplar) tiene el defecto de dejar que la luz se cuele por la portezuela que cierra el compartimento que alberga el carrete de 35mm. Esto hace que la luz no sea uniforme sobre el negativo, llegando incluso a velar parte de él en alguna ocasión, como es el que nos ocupa. La foto está tomada en Bayona, en los jardines de la fortaleza/parador de turismo de la localidad, y forma parte de una serie de fotografías en macro que eché una mañana de últimos de Septiembre. Quizás no sea gran cosa, pero cuánto más miro esta foto, más me gusta.

jueves, 7 de octubre de 2010

Pintura

Las cámaras panorámicas siempre me han llamado la atención, no sé por qué pero el hecho de poder hacer una foto que abarque 120º frente a nosotros me parece absolutamente fantástico, supongo que debido al hecho de que al ver una foto siempre hecho en falta algo que ha quedado fuera del alcance objetivo. El problema es que no soy rico, o más bien que no soy lo suficientemente rico como para cumplir todos mis deseos, que siendo aficionado a múltiples cosas, pues son muchos. Además no voy a engañar a nadie, la casa se ha llenado de cámaras fotográficas y creo que ha llegado el momento de no comprar más durante unos cuantos meses y dedicarme a utilizar todas las que tengo.

Mientras pasa ese tiempo (intuyo que bastante) y puedo darme el capricho de hacerme con una Horizon Kompakt o una Horizon Perfekt, decidí hacerme por poco más de cinco dólares con un "fake" de panorámica, la Vivitar PN2011. Una cámara de bajísima calidad y lente de plástico cuya característica principal es el poder hacer fotos normales y "panorámicas". Entrecomillo lo de panorámicas porque realmente la cámara no las hace, pero sí las simula, esto es, reduciendo el fotograma y cortándolo por arriba y por abajo, logrando de este modo la apariencia de una foto panorámica. La verdad es que es una cutrez, pero el truco el realmente divertido para cualquier amante de las "toy cameras" y al revelar los primeros carretes me he dado cuenta de que su lente es tan primitiva que cuando hay mucha luz el resultado se parece más a una pintura que a una fotografía, alqo que me encanta. Como muestra aquí una panorámica (es un decir) del puerto y pueblo de A Guarda, localidad conocida por desembocar el Miño en su término municipal y ser la última localidad costera gallega y española, fronteriza con Portugal.