martes, 23 de marzo de 2010

Garmin Forerruner 305


Está claro que cada corredor es un mundo, hay quién no se vuelve loco a la hora de comprar unas mallas o camiseta para correr y quién se preocupa hasta de comprar un gel para calentar los músculos antes de correr en invierno. Además, no hay que engañarse, el corredor mediocre nunca llegará más allá por mucho que se equipe, y el que está naturalmente dotado para la carrera difícilmente será adelantado por quién vista el último tejido técnico inventado.

En mi caso, como corredor popular normalucho que soy, mis límites están claros, sé que a lo máximo que puedo aspirar es a figurar en mitad de la clasificación, pero mi aspiración es otra, tan sólo sueño con disfrutar de la carrera compartiendo kilómetros con muchos otros pirados que emplean su tiempo en calzarse las zapatillas para empezar a devorar las calles. Los tiempos sí que me preocupan, aunque no me obsesionan, pero son sólo mis tiempos, mis marcas, si consigo superarlas siempre me llevo una alegría tremenda, pero no mayor que si disfruto en carrera.

Hace años que aprendí que no podía confiar en mi cuerpo ni en las sensaciones que me transmite. Mi cuerpo es de natural optimista, y siempre me invita a correr más rápido de lo que soy capaz, esto hacía que hace tiempo las carreras largas se convirtieran en un verdadero martirio para mí, hasta que por fin decidí hacerme con un pulsómetro para correr en función de lo que la tecnología me marcase. Nunca he tomado una mejor decisión en esto de correr. La elección lógica fue elegir Polar, y durante muchos años he estado utilizando un RS200 que no cumplió con la fama de fiabilidad de la marca finlandesa. Así que hace unos meses me encapriché con un Garmin y después de mucho pensarlo opté por su modelo Forerruner 305 (en adelante Fore 305), con el que podría ver cómodamente todos mis entrenos en la pantalla del ordenador, hartándome de ver gráficos.

Aquel que quiera ver las todas las prestaciones del Fore 305 no tiene que visitar la página del fabricante. Pero aquí lo que me gustaría es dejar clara mi opinión sobre el aparato, más todavía después de haber estado corriendo con Polar, la mejor marca del mercado en cuestión del pulsómetros. Decir que el Fore 305 no es sólo pulsómetro, si no también GPS, con lo que ello conlleva a nivel de prestaciones (registro de velocidad, distancia, altura, pendiente, navegación básica...). Para el corredor popular el Fore 305 ofrece mucho más de lo que se puede requerir, a nivel de entrenamiento se pueden establecer multitud de alarmas en función de la velocidad, pulsaciones, distancia...y también se pueden establecer entrenamientos personales, compitiendo contra una sesión anterior, programando series etc. Su autonomía teórica es de unas 10 horas, pero yo le he sacado hasta doce horas de funcionamiento, con lo que es apto para senderismo o largas jornadas sobre la bicicleta, recargándose de modo sencillo a través de su soporte conectado al Pc o a la red eléctrica. Respecto a la recepción GPS, decir que normalmente en poco más de un minuto desde el encendido del Fore 305 se tiene conexión con los satélites y puede empezarse a entrenar, pero la recepción incial siempre ha de realizarse en parado, puesto que el GPS no es capaz de pillar la señal en movimiento. Perdiéndose ésta tan sólo cuando se pasa bajo un puente o cubierta, pero el Fore 305 es tan listo que en cuanto se recupera la señal calcula la velocidad y distancia recorrida desde que se perdió la recepción de datos.

Su funcionamiento bajo la lluvia es optimo, mejor incluso que el modelo superior Forerruner 405, que con su pantalla táctil presenta el inconveniente de saltar de parámetro en parámetro con el roce de la ropa húmeda. Eso por no hablar del mayor tamaño de pantalla del Fore 305. Siguiendo con las ventajas, yo utilizo el Garmin tanto para correr, como para montar en bicicleta o hacer senderismo, ya que se puede configurar para que ofrezca distintos datos en función del deporte que estemos realizando, o incluso viene preparado para que el triatleta no tenga que perder tiempo en cambiar el modo de funcionamiento cuando está disputando una prueba.

La usabilidad el Fore305 para navegación el muy limitada, no trae ni puede cargar mapas, pero sí se puede establecer previamente puntos durante el recorrido para que nuestro aparato vaya guiándonos y no nos perdamos. No nos dirá exáctamente por dónde ir, pero marcando las intersecciones o puntos dificultosos del recorrido no nos perderemos en las salidas a correr por la montaña, o en las largas tiradas con la bicicleta.

Desventajas realmente todavía no se las he encontrado, algunos critican su tamaño, pero lo cierto es que éste es el adecuado para poder visionar todos los datos que ofrece. En cuanto al pulsómetro en sí, mi experiencia con él es muy superior a la que he tenido con Polar, y todo por un precio muy inferior al de la marca nórdica. Actualmente se puede encontar el Fore 305 en tiendas como activagps o redcoon por unos 170 euros, una ganga para lo que ofrece, sospecho que tan buen precio será debido a que más temprano que tarde el modelo desaparecerá para ser definitivamente sustituido por el 310XT, su sucesor natural, mucho más caro que el veterano 305.

lunes, 22 de marzo de 2010

Árbol Genealógico del Capital


Hoy la foto y poco más, en estos tiempos difíciles resulta chocante ver lo claras que algunos tenían las cosas hace casi cien años. De nuevo una imagen del Parque Ilustrado de Betanzos. El Árbol Genealógico del Capital preside el lateral de una de las explanadas de este fantástico parque, está claro que la riqueza de los Hermanos García Naveira no fue fruto de la casualidad...

sábado, 20 de marzo de 2010

El Guardián del Parque Ilustrado



Aquí podemos ver al "Guardián de Betanzos" en todo su esplendor. Como comentaba con anterioridad, esta figura está ubicada en la parte más alta de El Pasatiempo, o Parque Ilustrado de Betanzos. Tanto los niños como los mayores alucinan al asomarse al balcón en el que está enclavado este colosal felino. En la foto se puede observar su tamaño comparado con el de dos visitantes que se encuentran en segundo plano. Y es que la cabeza de este león debe de alzarse a cuatro metros de altura, toda una osadía para el pequeño pueblo gallego que era Betanzos a principios de S.XX.

La foto, como muchas de las que aparecerán por aquí, está realizada con una Lomo LC-A, lo cual se supone que la convierte en una lomografía, que no es más que una invención comercial (que parece estar calando) para definir el tipo de fotografía realizada con vetustas cámaras compactas analógicas. El carrete es de diapo, un Fuji Provia 100F, caducado desde hace tres años y revelado mediante el proceso cruzado. Con la reflex intento tirar bonitas fotos para guardar en el recuerdo, con la analógica me limito a probar con distintos carretes, muchas veces deteriorados, para ver qué sale. Normalmente el resultado es decepcionante, pero no deja de ser otro entretenimiento más.

viernes, 19 de marzo de 2010

El Rostro del Guardián

El pasado fin de semana pude volver a uno de mis sitios favoritos de Galicia, el Parque Ilustrado de Betanzos. Me encanta su historia, y por extensión la de sus responsables, los Hermanos García Naveira. Dos jóvenes que en los últimos años del S.XIX emigraron como tantos otros gallegos a Argentina, logrando hacer fortuna y regresando veinte años después a su tierra natal. Pero estos hermanos, a diferencia de la mayoría de esos emigrantes que volvieron ricos a su tierra para dedicarse a hacer ostentación del porvenir labrado, invirtieron gran parte de su fortuna en ayudar a la tierra que les había visto nacer, a Betanzos en este caso. La verdad es que resulta apabullante comprobar el gran legado dejado por los Hnos. García Naveira en su pueblo natal; asilos, sanatorios, escuelas...su generosidad no tenía límite, pero lo más llamativo de todo era su pasión, especialmente la de Juan, por la ilustración, el conocimiento, la cultura...lo que le animó a construir un inmenso parque ilustrado al que llamó El Pasatiempo, en casi 100.000 m2 Juan recreó (dando trabajo a cientos de vecinos) las maravillas del progreso y la técnica de un mundo moderno que así daba a conocer a gente que jamás saldría de su pueblo. Ahora resulta difícil imaginar lo que aquello pudo haber sido, apneas queda una décima parte de aquella fantástica obra, y lo cierto es que el ayuntamiento de Betanzos parece hacer bien poco por rescatar del olvido aquella maravilla, pero aún así su visita resulta absolutamente sobrecogedora. En lo más alto del parque, a la salida de una de sus grutas nos encontramos con un inmenso león que vigila, quizás protege, Betanzos. No sé si esta fue su ubicación original, pero parece que el inmenso felino sea el guardian de ese pueblo al que su creador tanto amó. Ojalá alguna vez se rescate en condiciones esta pequeña parte del gran legado de estos hombres avanzados a su tiempo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cosas Que Nunca Cambian


No hace ni quince días me encontraba en Alicante visitando a la familia, en esos viajes me limito a emplear el tiempo en hacer de recadero. Me ocupo de comprar todo aquello que tenga que ver con lo técnológico, procuro que quede arreglada cualquier cosa que se haya podido romper, llevo a mi tía allá a donde mi hermano le da pereza llevarla, me intereso por la salud de todos...en fin, vida 100% familiar, tan sólo interrumpida por alguna cervecita como excusa para ver a los amigos, y las salidas a correr habituales.

Visitar Guardamar (en realidad Guardamar del Segura) es otra de esas cosas que no suelo dejar de hacer, han sido casi treinta años veraneando allí, pero veraneando de verdad, no de vacaciones. Es decir, todos los años pasaba cerca de tres meses en esa localidad cercana a mi pueblo, y recuerdo perfectamente los juegos de niño, las correrías en bici por su pinada, las aventuras adolescentes, y las innumerables juergas y desvaríos etílicos que protagonizaron muchísimos veranos. Ahora todo ha cambiado, los amigos de verano empezaron a adquirir compromisos; matrimonios, niños, personalidades que cambian, intereses distintos...y esa etapa de la vida se ha cerrado para siempre, aunque pocas cosas más agradables hay que reencontrarse con alguno de estos afables personajes...

Pero bueno, hay algo que siempre permanecerá inalterado, las ganas de visitar Guardamar cuando no está invadido por los turistas, para poder calzarme los patines o las zapatillas y pasar un par de horas rodando por toda su linea costera, por su pinada, su paseo marítimo, la zona de los chalets de toda la vida...como si el tiempo no hubiera pasado. En esta última ocasión tocó salir a rodar con un amigo, una hora y media en la que corrimos y charlamos sin parar. Ese día el mar estaba delicioso, en calma casi total, y nada más aparcar corrí a la playa a verlo, aprovechando para sacar la foto que encabeza el post de hoy. Hubo muchas más fotos de ese día en la playa de Guardamar, la que he puesto quizás sea la más normal de todas, pero no me la puedo quitar de la cabeza, quizás porque es una imagen que tengo grabada en la memoria desde que tengo uso de razón. La miro y todavía me veo chapoteando en el agua con mi gorra de cuadros y el flotador cisne que utilizaba cuando apenas sabía nadar, cuánto tiempo y cuantas cosas han pasado desde entonces...

lunes, 8 de marzo de 2010

VIII Carreira Popular Concello de Padrón


Ubicación: Concello de Padrón (La Coruña)
Sábado 06 Marzo 2010
Distancia: 10,480 km
Objetivo realista: Sub 51' (Sub 50' en sueños)

Por mucho que intento evitarlo no hay manera de lograrlo, nada más despertarme el día de una carrera ya siento las mariposas en mi estómago. Aun a sabiendas de que formo parte de ese grupo de corredores cuya máxima aspiración es acabar justo a mitad de la tabla clasificatoria, los nervios me pueden, y por mucho que esto de correr no sea más que una afición, otra manera de divertirme, el día de la carrera siempre ando inquieto, incluso cuando la distancia es más corta que los 21 km., mi favorita.

Intentando mitigar la desagradable sensación de inquietud, y dado que Padrón se encuentra a unos 20 km. de Santiago de Compostela, aproveché para acercarme a la localidad por la mañana para recoger mi dorsal y la camiseta conmemorativa de la carrera. Padrón es una localidad que puede calificarse de bonita, con un centro histórico bastante agradable para dar un paseo cuando llega el buen tiempo, y un pequeño pero exhuberante parque en el que sentarse a leer el periódico en verano. Junto al centro histórico hay una pequeña explanada presidida por sendas esculturas de los vecinos más insignes surgidos en la localidad, Rosalía de Castro y Camilo José Cela. Ahí es nada, una población tan pequeña ha visto nacer a la figura más representativa de la literatura gallega y a todo un Premio Nóbel de Literatura. La verdad es que resulta una gozada llegar por carretera a Padrón y pasar antes por la parroquia de Iria Flavia, verdadero origen de Camilo José Cela, encontrando a nuestro paso la fundación que lleva su nombre y una preciosa iglesia justo frente a ella.

Pero bueno, vayamos a la carrera, en principio decir que esto de ir acompañado a las carreras por la novia tiene cosas buenas y malas. Lo bueno del asunto es que siempre regresas a casa con un montón de fotos, lo malo es que nada más bajar del coche tu novia empieza a mirar al resto de participantes y no para de señalarlos diciendo que van a llegar antes que tú, como si la apariencia física fuera sinónimo de rapidez (normalmente sí, para qué engañarnos...). La verdad es que con esos comentarios llegas a la linea de salida algo atemorizado, pero al verte rodeado de cientos de personas corriendo de un lado a otro para calentar los músculos, te creces pensando que a tí te dan igual los demás, que bastante tienes con llegar a meta.

Este año, por diversas circunstancias, el número de inscritos no alcanzó las previsiones de la organización, aunque tampoco quedó muy por debajo, en torno a los 600 corredores. A las 17:30 horas se daba inicio a la carrera, pasando rápidamente al lado de la estatua de Rosalía de Castro para ascender hacia el Ponte Do Carmen, durante los primeros metros las sensaciones son las de siempre, hay que ir con cuidado para no tropezar con los demás corredores, ir señalizando los posibles escalones u obstáculos del camino...pero nada más bajar el puente el recorrido se convertía en una larga recta de más de 2 km. con apenas un par de curvas que rompían la monotonía. Mis sensaciones eran buenas, pero en apenas 400 m. el Forerruner 305 indicaba que las pulsaciones estaban en 165 ppm., demasiadas teniendo en cuenta que se acababa de iniciar la prueba. Llega entonces un momento de pánico comprobando como iba a ser incapaz de seguir el ritmo de los corredores que me acompañaban, los dejo ir y poco a poco me voy acomodando a mi ritmo. Caen los dos primeros km. a 4'37"-4'44" mientras vamos reconociendo a los corredores que nos van a acompañar a lo largo de la carrera. Pasamos sobre un puente y enfilamos el paseo fluvial del Río Sar (que también pasa por Santiago, a 100 m. de casa). Al pasar por el primer punto de control observo como un corredor que iba delante mío empieza a quedarse de vuelta a la linea de salida/meta, le animo a que aguante junto a mí y charlamos un poco mientras el Forerruner ya marca las 168 ppm., así llegamos hasta el ecuador de la prueba, donde me sorprende oir mi nombre a voz en grito, e intento posar lo más dignamente posible para Sonia. Paso la primera vuelta en 25'10", pillo la botella de agua y de nuevo en el Ponte Do Carmen pierdo de vista a mi compañero en la carrera y decido tirar solo. La segunda parte de la carrera fue como acostumbra, mientras que yo había dosificado muchos habían tirado a tope, y todo el grupo al que había dejado escapar en el primer km. ahora estaban a tiro de piedra, logrando el adelantamiento en un minuto. Y esta fue la constante de la segunda vuelta, conseguí rebasar a unos 30 ó 40 corredores, aumentando el ritmo a falta de 3 km. a más de 175 ppm., llegando a meta al límite de mis fuerzas en un tiempo oficial de 49'42" (tiempo neto 49'20"). Objetivo más que cumplido, llegar por debajo de 50' se me antojaba imposible, y casi acaricié los 49', pasando por los 10 km. en 47'06".

En la clasificación mi resultado fue modesto, como siempre, puesto 366, pero la recompensa del corredor popular no está el puesto de llegada, meramente anecdótico, si no en esas charlas a mitad de carrera, en los pequeños adelantamientos, en ir arañando algún segundo al cronómetro....

En definitiva, una carrera más que divertida, con un recorrido cómodo y una organización brillante. El año que viene hay que repetir. Y ahora a seguir entrenando para la próxima carrera, la Vig-Bay, media maratón de la ría de Vigo.

viernes, 5 de marzo de 2010

BANG, You're Dead!!!


Por alguna extraña razón he pasado de estar obsesionado por el futuro, probablemente a consecuencia de ser un obseso de la literatura y el cine fantástico (espero como agua de Mayo el Desfile Imperial de Star Wars en Santiago), a fijarme sin descanso en el pasado. Lo único que se mantiene inalterado es poco apego que tengo por el presente, o al menos por la tecnología y útiles con los que convivimos a diario. Viviendo en Galicia estoy de suerte, al menos en cuanto a lo que atañe al pasado, puesto que no hay semana que no me lleve una nueva sorpresa en forma de deliciosa antigualla.


Hace unas semanas nos trasladamos a la Feria del Butelo de Fonsagrada, un pequeño pueblo de la montaña lucense, donde además de dar buena cuenta de ese manjar para amantes del colesterol que es el Butelo, pude toparme con uno de esos instrumentos del pasado que tanto me entretienen. En este caso se trataba de una bomba contra incendios empleada por los bomberos de mediados del S.XX. Lo primero que me llamó la atención fue su color, de un rojo intenso que mi Lomo transforma en algo explosivo. Pero lo mejor de todo era su mecanismo de activación, con esa pequeña palanca con la inscripción "DISPARO" grabada en su gatillo, no se puede negar que tiene su gracia que para apagar un fuego hubiera que utilizar un artilugio que parecía directamente sacado del infierno, apretando la palanca de disparo...

Os dejo un par de Instantáneas, una general y otra en detalle para que podáis observar este maquiavélico instrumento de salvación.

jueves, 4 de marzo de 2010

Excepciones



Es de suponer que con la edad uno va madurando, tomándose las cosas con más sosiego, en definitiva, se centra. No sé si esto es algo que a mí me suceda, lo que sí advierto es que cada vez me vuelvo más irritable e intolerante. Irritable con los demás, intolerante con sus conductas. La mala educación cada vez me pone más violento, ODIO profundamente al vecino que sube al ascensor y no me da los buenos días, MATARÍA al impaciente que en el garaje de nuestro piso empieza a tocar el claxon porque otro vecino tarda cinco segundos más de lo necesario en hacer una maniobra. No sé qué motiva que la sociedad española sea cada vez más permisiva con los salvajes, y eso por no hablar de los CERDOS. Aquellos que sacan a pasear a sus perros y no van provistos de una bolsita para recoger la mierda de sus mascotas, los que mascan chicle y luego lo escupen en medio de la acera, los que se envenenan con sus cigarrillos (aquí un ex-fumador, conste) y luego abandonan las colillas en cualquier sitio, los chavales que contaminan cualquier muro o pared con graffitis que poco tienen que ver con el arte, o peor aún, los malditos descerebrados que manchan los muros de casas centenarias pidiendo la libertad de supuestos independentistas, luchadores por la "patria galega", que en realidad no son más que adolescentes y postadolescentes fascistas, por mucho que se les llene la boca con ridículas, manidas y anticuadas proclamas izquierdistas que a estas alturas de S.XXI han perdido su sentido.

Afortunadamente parece que aún hay esperanza, o al menos algún destello. Nuestro cambio de vida, desde Alicante hasta Santiago, ha traido algunas cosas buenas, Santiago de Compostela no es el paraiso, al menos no en cuanto al clima, pero da gusto pasear por sus calles y admirarse de que sus aceras no se han convertido en una constante prueba de obstaculos, como sucede en Alicante, donde uno no puede despistarse porque a buen seguro pisará una mierda de perro o se llevará a casa un chicle adherido a su zapato. Quizás sea la lluvia que todo lo limpia, aunque sospecho que no, que aquí la gente conoce algo más profundamente el término urbanidad, e intentan mantener su ciudad relativamente limpia, porque es el sitio donde viven. Eso no quita para que al mismo tiempo me encuentre que verdaderos brutos, salvajes, que aquí en Galicia son todavía más animales que en la Comunidad Valenciana, pero bueno, son los menos, y dado que yo siempre procuro evitar el contacto con los desconocidos, pues lo llevo bastante bien.

Pero hablaba de excepciones en el título de este comentario, y hoy quería destacar una de esas excepciones a todo lo que comento, en concreto respecto a los graffitis que no son tal, a las pintadas callejeras que no merecen más que su desaparición. Aquí en Santiago hay un sitio no muy desplazado del centro histórico, pero sospecho que sí ninguneado por muchos turistas, es el parque de Santo Domingo de Bonaval, y se encuentra ubicado detrás del Museo Do Pobo Galego y el Museo Galego de Arte Contemporaneo. Parte de este parque antes estaba destinado a cementerio, y todavía podemos observar los cientos de nichos del camposanto, ahora vacíos y situados alrededor de una explanada donde los niños pueden jugar, o se puede dejar sueltos a los perros para que hagan ejercicio. Un poco más arriba del camposanto encontramos dos espacios verdaderamente bonitos, uno es un pequeño bosque con varios caminos que lo surcan, y el otro está formado por una colina desde la que se contempla la ciudad de Santiago, y dónde la gente se tumba a tomar el sol en verano. En este parque hay una escultura que que siempre me había parecido horrible, un sinsentido absoluto que hasta ahora no merecía mi atención, pero en mi penúltima visita al parque descubrí cómo el paso del tiempo había permitido que algunos chavales se ensañaran con semejante despropósito artístico, transformándolo por completo con sus pintadas, y haciendo que por fin su contemplación mereciese la pena. De esta menera reuní el valor necesario para fotografiar una de las imágenes que hasta ahora más me desagradaba de Santo Domingo de Bonaval, y al revelar la fotografía me sorprendí al ver la explosión de color que mi cámara captó en un triste día de invierno, contraponiendo el desdibujamiento de los árboles, la tristeza de los tonos ambientales, con esos graffitis que atráen tanto mi atención....lo dicho, siempre hay alguna excepción, y aunque esas pintadas sigan siendo un atentado al civismo, por una vez han cumplido y embellecido un objeto realmente desafortunado.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Mizuno Wave Rider (13)

Pues sí, un post dedicado a unas zapatillas, prueba de que aquí hablaré de lo que me venga en gana. El deporte es mi segunda pasión, después de la música, y adoro todo lo que me hace disfrutar corriendo, patinando, subiendo un monte, o montando en bicicleta. Con esto creo que dejo bien clara mi afición por el material técnico, que no por las marcas, puesto que no siempre son sinónimo de eficiencia, y muchas veces es mejor recurrir a Decathlon antes que dejarse una buena cantidad de euros en el mismo objeto rubricado por una marca de prestigio.

Pero bueno, hay muchas excepciones, y una de ellas creo concierne a las zapatillas de running. Cuando acudo a una carrera suelo ver a mucha gente que emplea material textil de Kalenji (Decathlon), pero rara es la ocasión en la que encuentro a alguien arriesgar su salud acudiendo a esa marca para calzarse. A lo largo de los años he pasado por casi todas las marcas; Adidas, Asics, Nike, New Balance, y pese a estar contento, en especial con Nike y New Balance, siempre había algo que impedía que disfrutase a fondo de este deporte.

Y así es como hace unos ocho años fuí a dar con la marca japonesa Mizuno, optando por el modelo Wave Rider por recomendación del tendero que era mi proveedor habitual de material para correr. En principio parecía una zapatilla perfecta para mí, soporta adecuadamente corredores que estén entre los 65 y 75 kgs, de pisada neutra o ligeramente supinadora (mi caso), y que quieran emplear la zapatilla para carreras de 10 kms en adelante, especialmente para las distancias de 21 y 42 kms.

Al calzarme las zapatillas lo primero que observé fue la manera de ajustarse al pie, a años luz de Nike, y un poco por encima de New Balance, a partir de ahí hace falta un pequeño periodo de rodaje, puesto que durante los primeros kms resulta algo dura, pero pasado ese momento...su amortiguación es sencillamente perfecta, soporta igualmente entrenamiento sobre asfalto e incursiones fuera de él, aportando la estabilidad adecuada para correr sobre caminos de tierra o pedregosos (sin pasarse, no es una zapatilla de trail running), en curva sujeta en todo momento el pie, y hace que la transición de la pisada se haga de la manera más natural posible. En resumidas cuentas, una de las mejores zapatillas para corredor universal (o ligeramente supinador) del mercado. No sé si se trata del tope de gama de Mizuno para corredores con este tipo de pisada, sospecho que sí, pero en cualquier caso poco más se puede añadir a unas zapatillas de estas características.

Por si fuera poco su suela resiste bastante bien el uso, soportando en mi caso, que entro con mucha fuerza con el talón, hasta 900 kms sobre asfaltos muy abrasivos, justo el momento en el que se supone que la amortiguación de una zapatilla empieza a dar muestras de fatiga. Lo cierto es que llegada la hora de retirar cada par siempre pienso que sus prestaciones siguen intactas, pero todo sea por la salud...y así toca utilizar un mínimo de dos pares al año.

Actualmente acaba de presentarse la decimotercera versión de la Wave Rider, teniéndola en casa no presenta prácticamente ninguna novedad, más allá del aspecto estético, respecto a las versiones 11 y 12 de este modelo, por lo que cualquier unidad de pasadas ediciones son una excelente compra. La zapatilla ronda los 140 euros en tiendas, pero la mejor manera, y la más económica es recurrir a Wiggle, donde se encuentra por poco más de 80 euros (gastos de envío a España incluidos). En cuanto al tallaje de Mizuno, es exáctamente el mismo que en Nike, con lo que los usuarios de la marca estadounidense pueden comprar su número habitual sin temor a equivocarse.

lunes, 1 de marzo de 2010

Cualquier momento es bueno....



Es lo que tiene llevar siempre la cámara encima, puedes estar días sin sacarla del bolso y acordarte de ella en el momento más absurdo, en este caso subido al coche, conduciendo de noche, aunque no lo parezca. Los colores son absolutamente irreales, en especial ese cielo que la Lomo LC-A se inventa, viñeteando tremendamente la imagen. Las luces de los coches se confunden mientras que alguien deja el rastro de sus luces de freno, pero no podemos atisbar su automóvil....me encanta esta foto, es tan relajante aceptar que las imperfecciones de una cámara sean su mayor baza....con la reflex nunca acabo de estar contento, siempre me estreso porque quiero sacar buenas fotos, pero con esta antigualla siempre estoy contento, la cámara hace lo que le da la gana (poniendo a su disposicion los medios necesarios, claro), y hasta ahora siempre obtengo alguna recompensa.