Todo es empezar, y aunque casi nací montado en una bicicleta, en algún momento, creo que a los trece años, descubrí que sufrir corriendo me producía un extraño placer. Y bueno, esto es algo que podía haber pasado con el tiempo, pero la cuestión es que veinticinco años depués sigo disfrutando corriendo, quizás más que nunca, y ahora además se ha convertido en una obligación por cuestiones de salud que no vienen al caso.
Mis queridos amigos se extrañan de mi afición, y sospecho que en privado se ríen de esta manía mía por calzarme las zapatillas y salir a correr, haga sol, llueva, sople viento o caiga una nevada. Incluso he leido a algún conocido afirmar que nunca entenderá lo que motiva a que una persona se tire a correr más de 42 kms. cuando él se encuentra cómodamente sentado en el sofá de su salón. Bien, antes decía que todo era empezar, y es verdad, primero sales a probar, más tarde corres 10 kms. con mucho esfuerzo, luego te sientes cómodo y te atreves con la media maratón y al final te das cuenta de que los 42 kms. no están tan lejanos (aunque yo todavía no me he atrevido). En cualquier caso, lo que más me sorprende de esta estupefacción de muchos por una de mis aficiones, es que se extrañen porque una persona quiera cubrir lo más rápido posible una distancia, cuando ellos son capaces de pasar horas escuchando sus discos, o se trasladen a otro país para pasar catorce horas al día deambulando de escenario en escenario, siempre de pie, para ver a grupos que probablemente no conocen más que unas pocos cientos de personas en todo el mundo. Yo me apunto a todo, a esos conciertos que me dan vida por todo un año, a las horas de música, y a correr todos los días que me es posible, y por eso por aquí caerá de vez en cuanto algún posteo sobre el running, las carreras populares, o el material deportivo......