El Nikkor 55-200VR no es un objetivo pensado para la fotografía de detalle, en realidad lo adquirí para realizar fotos de conciertos, pero ayer decidí sacarlo para probar qué tal funcionaba en las cortas distancias (es un decir, puesto que la distancia de enfoque mínima debe de rondar los 60cm). Hoy tengo que decir que creo que voy a seguir sacándolo a pasear cuando salga al campo, por ahora no hay dinero para comar un objetivo con una focal fija de 85 ó 105mm, pero he descubierto que para divertirme este económico objetivo también funciona cuando se quieren retratar flores o setas. Desde luego su construcción no es la mejor, predominan los plásticos, pero como buen objetivo Nikon da muy buen resultado en las más variadas situaciones. Además, no me gusta engañarme, para un fotógrafo más que mediocre como soy yo, por ahora voy más que sobrado.
La foto de hoy corresponde a una pequeña planta cubierta por el hielo, me resultó imposible encontrar flores en una mañana tan fría, pero la forma de esta planta recuerda mucho a una flor, así pues es nuestra flor de hielo. La focal para toma de la foto es la máxima del objetivo, 200mm. Si pincháis en la foto ésta se abrirá a mayor tamaño y, aunque su tamaño está reducido, podréis ver perfectamente todo el hielo que reposa sobre la planta, toda una maravilla.
Esta mañana Santiago amaneció con una helada de campeonato, lástima que no pudiera salir temprano de casa a hacer algunas fotos. Parece ser que este tiempo se prolongará un par de jornadas más, a ver si hay suerte y alguna mañana puedo salir a dar un paseo para traer más fotos del hielo...
1 comentario:
Esa foto me ha puesto los pelos de punta. Es preciosa.
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