
Sea como sea, la cuestión es que llevo quince días en los que no me gusta la lluvia. El pasado sábado el tiempo nos dio una tregua, tan sólo 24 horas, no más, pero lo suficiente para aprovechar para comer en una terraza frente al mar, con el sol calentando nuestro cuerpo mientras disfrutábamos de unas tapas y unos bocadillos mirando las olas rompiendo en la orilla. Después fuimos a visitar el faro de Mera, la fortaleza de Oleiros...hasta dio tiempo de regresar hasta Coruña para dar un paseo por el Monte San Pedro.
Pude terminar un par de carretes que tenía a medias, uno el que tenía metido en la Holga 120CFN desde el pasado verano, otro uno que llevaba en la Olympus XA3, también tuve tiempo de cargar un nuevo carrete en esta última, para luego tirar la cámara al suelo y ver cómo se abría, velando dos o tres fotos. Es la segunda cámara que se me cae en una semana...
En fin, todavía no he llevado esos carretes a revelar, pero hoy tenía ganas de ver alguna foto de verano. Tengo ganas de que llegue el buen tiempo, de hacerle fotos al mar, la cosa, las casas, los barcos...tengo ganas de hacer fotos como la que hoy pongo por aquí. Lástima que todavía queden algunos meses, mientras tanto iremos aprovechando algún que otro sábado en el que el sol vuelva a lucir...
2 comentarios:
Yo acá digo: ¿Cuándo se irá el verano? mucho calor, mucho bochorno, aunque si me agrada la actitud de las chicas, ellas lucen más livianas, guapas y lindas ellas, :P
Hooola Joel Felipe,
Verás, si siguiera viviendo en Alicante no querría que llegase el verano por nada del mundo, ya que implicaba dejar de entrenar y tener que encerrarse en casa gran parte del día, atado al aire acondicionado. Pero estando en Galicia, con sus suaves veranos, pues la verdad es que en esta ocasión sí que apetece un poquito de calor y vida al aire libre (y eso que yo salgo a entrenar llueva o granice...)
Y luego está lo de las chicas, que destapan sus hombros, brazos y piernas, todo un deleite para la vista, no vamos a negarlo. ¿Quién puede resistirse a la belleza?
Saludos,
Manuel Soleado
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