
Estableciendo paralelismos he llegado a la conclusión de que casi todas las aficiones que tengo comparten una cualidad en común, y esta es la de lograr que me abstraiga por completo y me aisle de todo. Cuando salgo a hacer senderismo o me apunto a una prueba de 50Km. paso casi todo el día en mi mundo, casi sin pensar en nada, disfrutando del placer de andar por andar, subiendo y bajando fuertes pendientes, sufriendo con el único objetivo de llegar a meta, digamos que vacío por completo mi mente. Con la fotografía es algo parecido, supongo que si me tropiezo por la calle con alguien que lleve tres cámaras entre manos, pensaré que no tiene sentido, pero cuando yo lo hago...puedo pasar horas y horas andando de un sitio a otro, haciendo la misma fotografía con distintas cámaras, y mientras tanto estoy en mi mundo, no me doy cuenta de lo que sucede a mi alrededor, digamos que escapo de la realidad. Lo cual es una capacidad y un placer que no todo el mundo sabe alcanzar.
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