
El presunto secreto de funcionamiento de esta cámara consiste en que cuando insertas un carrete de sensibilidad ISO 800 o superior, ésta automáticamente activa un sistema denominado Natural Photo. Por lo que he podido averiguar, con este sistema activado la cámara anula el flash, fija la velocidad en algún punto entre 1/30 y 1/60 y compensa la exposición de manera automática. Lo cierto es que si le metemos a cualquier cámara un carrete de alta sensibilidad, hará un trabajo medio decente con poca luz, pero no todas logran lo que la Fuji Natura Classica, y es que hasta ahora no he observado trepidación en ninguna de las fotos que he hecho con ella, aunque la cámara indicara subexposición...nada, no se observa movimiento alguno y las fotos aparecen correctamente iluminadas.
La foto de hoy no es la mejor para ilustrar lo que comento, ya que tengo otras de sitios iluminados de manera pobre que la cámara transforma por arte de magia en rincones perfectamente iluminados. Aquí la luz es la justa (también hay que decir que esta sala era casi la más oscuras de todas las que visitamos en el Museo Galego da Arte Contemporanea) pero la cámara hace un buen trabajo, el grano es manifiesto, pero resulta bonito con el tono general de la fotografía. La instantánea tiene algo de aire por encima, pero lo hice a propósito, para que la escultura no se adueñara de todo. Por cierto, que en esta ocasión utilicé un carrete Lomography CN800, ya que todavía no tenía en casa película de 1600.
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