martes, 26 de abril de 2011

Una escalera, dos escaleras, tres escaleras...

Esta pasada Semana Santa ha llovido hasta decir basta en Santiago de Compostela, un verdadero desastre que nos ha chafado por completo estos días de fiesta. Pero bueno, supongo que tendré que consolarme pensando que al menos yo no pagué desplazamiento ni alojamiento para ver llover todo el día. Los días han pasado con nosotros encerrados en casa, de modo que ha sido tiempo para ver mucha película, leer y escuchar música.

Pero bueno, alguna salida ha habido, principalmente a ver museos que, no voy a mentir, ya tenía más que vistos, pero bueno...al Museo do Pobo Galego hacía años que no entraba, al Centro Galego de Arte Contemporánea sí suelo ir cada vez que renuevan una de sus exposiciones, pero este otro museo siempre tiene expuestos los mismos objetos (normalmente referidos a la vida y pasado de Galicia). En cualquier caso tenía pendiente una visita al museo para poder fotografiar la escalera que hoy traigo por aquí, escalera que no es una, si no tres en realidad. Tres escaleras de caracol que se elevan al mismo tiempo para alcanzar cada una de ellas una altura distinta. Una original estructura que comunica con todas las salas del museo.

La primera foto corresponde a la imagen más típica de esta fantástica escalera, mientras que en la segunda se puede observar la ligereza de la misma (de hecho entre las juntas de los escalones se puede ver el vacío) y en la tercera el remate de dos de los dos tramos de la escalera, ya que el tercero se eleva a muchísima más alturas.

Las fotos han sido realizadas con mi nueva cámara, una Fuji Natura Classica, cámara analógica que sólo (bueno, casi) se vende en Japón y de la que hablaré en breve.

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