viernes, 7 de octubre de 2011

Autorretrato

¿Qué mejor espejo podía encontrar para hacerme una foto que el reluciente tapacubos de un clásico hispano? Sí, sí, hispano, porque rodeado de una exhuberante colección de joyas clásicas sobre ruedas fui a dar con un modesto Seat que me ofreció su reluciente tapacubos para que diera rienda suelta a mis ganas por retratarme.

Y es que al final no hay nada como los clásicos populares, esos que aún siendo lejanos están al alcance de los sueños de un pobre mortal. Porque no nos engañemos, un Cadillac es inalcanzable, pero un Seat 600, un 850, un 1430 Sport (mi favorito)...en fin, soñar es gratis. Mientras tanto siempre quedará la fotografía, hoy el protagonista de la instantánea soy yo, con mi Fuji Klasse W y la Olympus MJUII colgando de la muñeca. Soberbio el Lomography Redscale XR.

1 comentario:

alex dijo...

que foto más chula!!! hoy justo camino de la sierra nos hemos cruzado con una concentracion de coches clasicos y era una gozada ver seat 600, 1430, citroen GS, seat 1500, ford taunus....

un abrazo