lunes, 24 de octubre de 2011

Superando prejuicios

Tengo que reconocerlo, siempre había mirado a la Lomography Sprocket Rocket con cierta desconfianza, recelo...incluso superioridad, sí. Me gustan las cámaras de calidad, ya sean reflex o compactas, el tipo de cámara me es indiferente...pero por favor, que sean máquinas de calidad, es lo único que pido. Cuando de lomografía se trata no cambio de parecer, tengo una Holga que adoro, también otros juguetes lomográficos...pero mi cámara favorita es la LC-A, me permite regular la apertura del diafragma, tiene enfoque por distancia, una lente razonablemente nítida que produce imágenes deliciosas...y si tuviera que elegir otras cámaras lomo, sin duda me quedaría con una Lubitel o una Horizon.

Claro que a nadie le amarga un dulce, una conocida marca de ropa tuvo la brillante idea de regalar cámaras lomográficas con ocasión de la inauguración de su tienda por internet...y yo no me iba a quedar sin mi cámara (en realidad conseguí dos). Tan sólo había que estar frente al ordenador a una hora determinada, comprar algo para mi novia...y esperar a recibir mi(s) camara(s). La fortuna me sonrío y llegaron a casa una Sprocket Rocket y una Spinner que me hicieron ilusionarme con sus curvas. La Spinner es divertida, casi tanto que no es necesario hacer fotos con ella, pero la Sprocket Rocket...bueno, de pronto se convirtió en la niña de mis ojos, no pude evitarlo, me cayó en gracia. Puede que su lente fuera de plástico, que tan sólo fuera capaz de ofrecer dos velocidades de obturación (escasas en ambos casos) o que sus opciones de enfoque fueran más que limitadas...la Sprocket Rocket conquista una vez la tienes en tus manos, ella es retro, yo amo lo retro...es ligera, yo cargo con muchas cámaras...su visor lo capta todo, y a mí me gusta ver el mundo entero...

Así, con un único vistazo, de golpe y porrazo superé todas mis reticencias hacia la Lomography Sprocket Rocket y comencé a preparar nuestra primera vez. Sabiendo de sus carencias (luminosidad y definición) busqué un Fuji Sensia 400 y lo cargué en la cámara en un día soleado, decidiendo que utilizaría el proceso E-6 para reducir el grano y obtener unos colores más vívidos. El resultado me maravilla, no deja de ser una cámara de juguete, pero en un día soleado y con una buena película la cámara produce preciosas imágenes genuinamente lomográficas. Su viñeteo, exagerado e irregular, es ideal para hacer fotos marítimas y los reflejos de su lente disparada frente al sol son curiosísimos, eso por no hablar de la exposición de las perforaciones de la película. La instantánea de hoy corresponde a una vista sobre el imponente Faro de Cabo Vilán, en Camariñas, creo que la imagen habla por sí misma...

No sé, ni pienso probar, qué pasaría con una película negativo color de ISO 100 en un día con poco sol, pero lo cierto es que la Sprocket Rocket tratada con mimo es capaz de producir muchas satisfacciones. ¡Gran descubrimento!




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