
En cualquier caso, yo ya he dado por acabado el verano y a estas alturas del Otoño ya comienzo a suspirar por la llegada de las lluvias. Está claro que en cuanto esté dos semanas sin parar de llover (algo que aquí sucede con frecuencia) clamaré al cielo para que salga el sol y así sacar a pasear las cámaras, pero ahora mismo no pienso más que en despedir estos días de cielo despejado y sol de justicia.
Volviendo a la instantánea, pertenece a un carrete Agfa 400 montado al revés, lo cual lo convierte en un redscale casero que no tiene nada que envidiar al Lomography Redscale 100 ó XR. En realidad este apaño casero está dotado de una imprevisibilidad en los resultados que los productos de Lomography carecen, de modo que no será la última vez que lo pruebe. Para esta ocasión opté por utilizar una Olympus XA2, fijando el ISO en 25.
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