martes, 29 de junio de 2010

III Camiñata por Parellas do Concello do Rois


Ubicación: Concello de Rois
Sábado 26 de Junio de 2010
Distancia: 15 km.
Objetivo: Pasarlo bien en buena compañía

De nuevo camino de Padrón, bueno, no exáctamente, en esta ocasión nuestra cita era con la cercana localidad de Rois, ya conocida por haber paseado por su monte con ocasión de la III Andaina do Bisbarra Do Sar (celebrada en los concellos de Padrón, Dodro y Rois). Llegábamos a estas tierras que de modo tan afable nos acojen para una nueva cita que nos llevaría a recorrer sus senderos, aunque en esta ocasión de un modo bien distinto a lo habitual, tanto por distancia, que apenas alcanzaría los 15 km., como por la filosofía de la prueba, que no era otra que la de reunir a cuantas más parejas fuera posible, para pasar una tarde paseando, descubriendo la localidad y charlando en buena compañía.

Nada más llegar al Polideportivo Municipal de Rois comprobamos que el objetivo de reunir a un buen número de participantes estaba más que cumplido, encontrándonos allí con cerca de 150 parejas de la más diversa naturaleza, tanto por edad, como por sexo e incluso raza, que de todo hubo. Todas con el ánimo de echarse unas risas mientras se disfrutaba de una agradable tarde de Junio transitando entre la naturaleza local. Con total puntualidad Arturo Reboyras, cabeza visible en esta ocasión del Colectivo Remonte, organizador de la prueba, procedía a dar las instrucciones previas a la andaina, haciendo hincapié en la relativa accesibilidad de la andaina a todo tipo de camiñante, señalización, avituallamientos y demás oportunas indicaciones.

Una vez cumplido con el trámite iniciamos la andaina neutralizada durante sus primeros metros. Los primeros cuatro km. se suponían completamente llanos, comenzando a andar por asfalto para más tarde internarnos en una sucesión de amplias pistas de tierra donde comenzamos a escuchar las primeras "protestas" ante algún que otro mínimo repecho que algunos (mi pareja entre otras) no identifican con esa calificación de "terreno llano" dado por la organización. Entre risas por las quejas por fin llegamos al bosque, inciándose el tránsito por un pequeño y algo abrupto sendero repleto de ramaje entre los eucaliptos. Aquí más de uno echó en falta calzar zapatillas de senderismo, puesto que resultaba fácil resbalar al pisar las hojas de ecalipto y las pequeñas ramas tiradas en el suelo. Después de un km. volvemos a una amplia pista que en suave ascenso nos conduce hacia el primer avituallamiento, encontrándonos en este momento con el fotógrafo de la andaina tirado en el suelo (muy sufrido él) para sacar las mejores tomas de los camiñantes.

Cumplido el primer tercio de la andaina nos encontramos con un agrupamiento en torno a las bebidas y la fruta en una pequeña aldea, algunos nos limitamos a acercaros al agua, mientras que otros ya tenían necesidad de ingerir algún sólido. Tras la breve parada reiniciamos la marcha para encontrar la parte más espectacular (que no bonita, pues esto sería discutible ante la belleza de todo el recorrido) de nuestro camino, ésta se produce al girar bruscamente y empezar un pequeño ascenso en el que la vegetación no dejaba pasar ni el más pequeño rayo de sol. Al salir de este corredor propio de un relato de Guy de Maupassant observamos un terraplen completamente cubierto por la vegetación, identificándolo de inmediato con el castro que se nos había mencionado antes de empezar la prueba. Después vuelta al bosque y de nuevo nos asalta la sorpresa al descubrir en su interior un campo de fútbol con sus porterías y todo, sencillamente alucinante. Terminamos nuestro recorrido boscoso y salimos al exterior saludando a un grupo de vacas (esa obsesión mía que no puedo dejar de fotografiar) y a unas tranquilas ovejas que descansaban en un pequeño campo.

El nuevo punto de interés de la tarde se encuentra en una pequeña aldea dominada por un gran palomar que todavía cumple su fin de dar alojo a estos animales. Allí mismo nos detenemos en una fuente de la que brota una gélida agua que servirá para refrescarnos hasta nuestra llegada al segundo avituallamiento de la andaina, en el que de nuevo tomamos una botella de agua con la que terminar el recorrido. Éste después de la última aldea visitada empieza a serpentear entre los árboles para más tarde conducirnos a una serie de campos de pasto que nos llevarán al último ascenso de la jornada, pasando antes por un pequeño riachuelo que nos acompañará durante un par de km. Nuestro camino ya está casi rematado, aprovechando los últimos y asfaltados metros para hacer algunas fotos de iglesias y sitios curiosos que salen a nuestro encuentro antes de concluir los 15 km. de recorrido llegando de nuevo al Polideportivo Municipal de Rois, donde entregaremos los dorsales, recibiendo a cambio unos merecidos diplomas que acreditan la conclusión con éxito de la andaina.

Mientras esperábamos la llegada de los demás participantes empezamos a escuchar las jocosas quejas de algún que otro camiñante que "protesta" por la supuesta dureza de un recorrido que sin ser en absoluto duro entendemos que sí puede poner a prueba a aquellos que se han presentado en Rois en muy baja forma. Protestas que sin duda habrán sido olvidadas al día siguente recordando los buenos momentos pasados durante la tarde. En este momento poco más queda que añadir, el Colectivo Remonte nos tenía preparado un pequeño picoteo (que de eso se trataba, aunque alguno pretendiera cenar allí) que ponía broche final a la III Andaina por Parellas Do Concello do Rois.

Por último y aún a sabiendas de repetirme, dar de nuevo las gracias a esta organización compuesta por gente de la zona que tan bien sabe hacer las cosas. Esta andaina por parellas y la andaina de 50 km. de hace unos meses poco tienen que ver, pero si hay un común denominador a ambas ése es el excelente trato recibido por todos los participantes, así como el perfecto discurrir de unas pruebas que requieren de mucho esfuerzo para que todo salga de la manera tan brillante como el Colectivo Remonte logra.

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