lunes, 19 de abril de 2010

IV Carreira Campo a Través de O Corgo (Lugar de Teira - Corrubedo)


Ubicación: Lugar de Teira - Corrubedo
Sábado 17 de Abril de 2010
Distancia: Aproximadamente 7.000 Mts.
Objetivo: No partirme la crisma

Llegado el segundo objetivo del mes estuve a punto de echarme atrás, por una parte el temor a sufrir un esguince en mi tobillo izquierdo, tan tendente a la inestabilidad, me tenía permanentente en duda, mientras que el hecho de tratarse de una carrera campo a través, terreno en el que nunca había participado, hacía que me asaltasen las dudas respecto a mi capacidad sobre la tierra. Pero lo cierto es que las opiniones vertidas sobre la carrera hacían presagiar una tarde repleta de diversión, así que libre de nervios al final decidí ser de la partida de salida en O Corgo.

Mis nuevas Mizuno Wave Ascend 4, compradas para esta carrera y para la próxima Andaina de Bisbarra Do Sar acababan de llegarme y todavía no estaban hechas a mí, por lo que decidí sacar de su caja unas viejas Nike Air Pegasus de hace unas temporadas, más que nada porque no tienen en la suela ningún canal donde puedan alojarse las piedras, problema que suelo tener con las Mizuno Wave Rider cada vez que corro por un parque. Provistos del material nos dirigimos hacia Teira-Corrubedo, una zona absolutamente desconocida para mí y que a partir de ahora se va a convertir en favorita para ir a la playa este verano. Llegamos temprano pero no lo suficiente, puesto que el aparcamiento disponible estaba prácticamente repleto, siendo de los últimos vehículos que tuvimos oportunidad de aparcar cerca de la linea de salida.

Nada más bajar del coche uno se da cuenta de que la carrera de O Corgo es distinta, aquí la gente no viene a por tiempos, se viene símplemente a disfrutar y todo el mundo anda relajado de un lado para otro. Cumplimos rápidamente con el trámite de recoger el dorsal y después hacer unos cuantos estiramientos empiezo a calentar por el circuito de la carrera hasta que me doy de bruces con un inmenso charco repleto de agua y barro, en este momento decido dar la vuelta y dejar el charco para más adelante, además tan sólo faltan cinco minutos para la salida y toca ir situándose. Consciente de que es mi primera vez campo a través y que lo principal es no fastidiarme el tobillo me sitúo a la cola del pelotón, dispuesto a disfrutar tranquilamente de la carrera sin molestar a nadie por culpa de mi torpeza sobre el terreno. Además tengo presente una recomendación para los que vamos a disfrutar, no a competir, tomárselo con calma durante los primeros kms. puesto que aunque la carrera es corta, no lo parecerá tanto. De pronto hago un mal gesto y aparece un dolor en mi pie derecho, Sonia me dice que pose para una foto pero ando de tan mal humor que debo de salir con una cara cara de enfado que tira para atrás. En fin, ahora estoy en la linea de salida y aunque me cueste unos días de descanso voy a correr.

Se da la salida y empezamos a ascender, primero suavemente, más tarde con decisión, aparece el gran charco y la gente empieza a dudar mientras que un simpático participantes empieza a pasar sobre el agua en reiteradas ocasiones, mojándose y salpicando a propósito a los compañeros de carrera. Bueno, estamos en una competición campo a través y hay que tener buen humor, así que si hay que mojarse no pasa nada, acelero y paso el charco para seguir con una cuesta que inesperadamente se empieza a venir hacia arriba con decisión. De pronto, aún no habiendo hecho más que empezar, me doy cuenta de que mi ritmo es algo superior al de la gente con la que he salido, además estoy acostumbrado a empezar a correr haciendo los primeros kms. cuesta arriba, así que durante casi los dos primeros kms. voy adelantando constantemente a los compañeros de carrera. Mientras tanto veo a una pareja parada, la chica se ha lesionado, lástima...sigo corriendo y nos introducimos en medio del bosque para correr entre los eucaliptos, sus hojas, raices sueltas, ramas caídas...y empiezo a pasarlo como cuando era crío y no hacía más que corretear en la pinada de Guardamar, me sonrío y miro el pulsómetro que marca 165 ppm. Comparto casi un km. con un corredor más veterano que yo, cuando toca bajar él me adelanta, cuando subimos yo lo supero. Luego llegamos una zona señalizada como peligrosa y me noto retenido por mi compañero, así que lo adelanto definitivamente en un falso llano. Se supone que la parte más dura de la carrera ya ha quedado atrás, también la más bonita y lenta, el primer km. lo he hecho en seis minutos, luego los tiempos ya van bajando, aunque muy lejanos de los que hago en asfalto, tampoco voy a tope. Vamos casi en llano y los últimos del pelotón que me precede son inalcanzables, el ritmo es el mismo para todos, volvemos a bajar con fuerza, pasamos una zona adoquinada y creo que de nuevo una zona marcada como peligrosa, plantándonos de inmediato en las primeras dunas de la playa. Un minuto más y ya estamos metidos en faena, corriendo entre la arena blanda de la playa que, dicho sea de paso, es mucho más blanda que la de Alicante. La gente se ve asfixiada pero yo me noto bien por haber dosificado muchísimo las fuerzas, no me paro en ningún momento y correteo contento sobre la arena hasta que decido probar cómo de dura está la arena húmeda, me meto en una zona bañada por una ola y hundo por completo las zapatillas, de poco no salgo...retomo la arena seca y por fin llegamos al ascenso de las dunas creyendo que todo ha acabado, pero aún queda un buen trozo de arena. A partir de aquí el terreno va haciéndose más firme y nos dirigimos en suave ascenso a meta, nada más salir de la playa he ido adelantando a corredores constantemente y ahora todavía me veo fresco y queda poco más de un km. para llegar a meta, empiezo a apretar, nada de sprint, sino incrementando el ritmo hasta ponerme fuerte, adelanto a uno, a dos, a tres, a cuatro....¡a cinco corredores! que estaban lejos de mí en el último km. Soy un campeón, no hay duda, el campeón de los prudentes, pero con esa sensación que a buen seguro tienen los corredores de verdad cuando ganan un sprint. Claro que ellos al llegar a meta no escuchan su Forerruner diciéndole que el último km. has sido malo, que has pasado de largo las pulsaciones que te tiene recomendado...


Después del cachondeo (que llevo yo sólo y del que nadie se entera, ya que sigo sin conocer a nadie) de ver cómo soy capaz de adelantar a algún corredor termino la carrera tan contento, satisfecho porque me lo he pasado en grande corriendo por el bosque, la hierba, el barro y hasta la arena de la playa. Supongo que si no me hubiera puesto tan atrás en la salida hubiera quedado más o menos por mitad de la clasificación, pero qué demonios me importa a mí la posición, nunca voy a lograr sacar un puesto más allá de la mitad de la tabla. Pero eso sí, divertirme me he divertido como el que más.

Para finalizar destacar la estupenda organización del evento, nada más llegar nos anotan los dorsales, nos dan agua, bebida isotónica, fruta, bizcocho y hasta una empanada deliciosa. Esta vez me quedé a la entrega de premios y al sorteo de regalos posterior, como siempre no me tocó, no sé para qué me quedo, no lo vuelvo a hacer, nunca me llevo nada :-)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola tocayo:

Pues sí, nos conformaremos, al menos, con la colección de camisetas que recuerdan cada participación. Yo ya empiezo a tener problemas en el armario, y si digo de regalarlas, me miran como con cara de asco... ¡Joder, que tampoco están tan sudadas!...

Bueno, más en serio (o casi): ¿van entonces bien esas zapatillas para trail? Yo por el pueblo tiro mucho de tierra, y hasta ahora me iba conformando con unas "para todo", pero pensando en posibles retos montañeros, habrá que asegurarse con la suela, vayamos a tonterías.

Y nada, que grandes reseñas las tuyas, y bonitas fotos cuando toca, ejemplo de afición llevado a la práctica.

Saludos XC,

Manolo.

P.D. Y amigo, ¿eso de no retratar la burra se debe a cierta vergüenza? Empiezo a pensar mal de ti, que lo sepas.

Manuel Soleado dijo...

Hooola Manolo,

Las camisetas son nuestro paticular trofeo, yo no las regalo por nada del mundo y cuando salgo a entrenar con ellas me siendo como si fuera un ironman :-) Ya ves, todo por llevar una camiseta que acredita que he corrido 21 kms. jejejeje Me contento con poco ;-)

En cuanto a las zapas de trail running, todo depende. Las Wave Rider que tienes son estupendas para correr por tierra, yo he hecho mucho camino con ellas y genial, el problema es cuando te encuentras con piedrecitas algo grande, que tienen la manía de quedarse encajadas en el particular talón que tiene la suela de la Wave Rider. Pero si sólo vas a discurrir por caminos de tierra arcillosa, yo no me plantearía pillar otras zapas.

En mi caso sí que corro a veces por sitios donde las Wave Rider se me quedan cortas, tanto en tracción como por la pega de las piedras, y por eso pillé las Wave Ascend 4. Son el modelo más civilizado de Mizuno para correr fuera de asfalto, tienes las Wave Harrier 2 pero son de perfil bajo, más destinadas al competición. También tienes las Wave Cabrakan, pero son bastante radicales y con un control de pronación alto. La Wave Ascend 4 es algo intermedio, el agarre es fantástico, tienen un control de pronación suave (según me dijeron en Mizuno todas las zapas de montaña tienen control de pronación porque en este terreno cualquier corredor tiende a pronar) y son ligeras y cómodas como las Wave Rider.

Ahora, yo he tenido un problema con ellas en los primeros kms. salí a andar 20 kms. pero me equivoqué de ruta y terminé haciendo bastante asfalto, lo cual me ha fastidiado los tobillos. No sé si la dureza del terreno, porque las zapas se agarran mucho al asfalto por su suela tan blanda...o por el tema de la pronación. Así que dame algo más de tiempo para que las pruebe a fondo y confirme que el asfalto fue lo que me derrotó.

Mañana tengo una andaina de 50 kms. y no sé si ponerme las Mizuno o unas Nike de senderismo, a ver qué tal se me da....

Vaya rollo he soltado, pero es que si me preguntan....

En cuanto a la burra....si te vinieras a Santiago un mes te darías cuenta de lo que ha impedido que montase mucho en ella, ¡aquí diluvia!. Entre eso y que estoy centrado en la temporada de medias maratones....pero pronto cae una reseña y excursión.

Un abrazo,
Manuel Soleado