
Las dos instantáneas están tomadas desde la misma posición, variando algo la focal y enfoque, para no repetir la foto. Al igual que con las fotos de los gatos de hace unos días, este pequeño bote hubiera podido dar para todo un carrete, pero la premura en la situación por ir acompañado hizo que apenas dispusiera de unos segundos. Aún así estas dos fotos me encantan, el óxido, la pintura desconchada, los colores...
Supongo que la próxima vez que me acercaré a Alicante en coche será el próximo mes de Diciembre, entonces podré volver a llevar la reflex conmigo, estoy seguro de que este pequeño bote estará esperándome...uno se lo imagina allí, bajo el sol, esperando a ser consumido por el paso del tiempo.
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